David Levinthal (San Francisco, 1949) es un prestigioso fotógrafo norteamericano que expone por primera vez en España sus fotografías donde utiliza juguetes y figurillas para construir imágenes de gran carga simbólica.
Él afirma que los juguetes no son inocentes, sino que son concebidos para conformar una determinada imagen de la sociedad.
Todo empezó en 1972, cuando con su amigo Garry Trudeau, autor del mítico cómic Doonesbury, decidió ilustrar el libro Hitler moves East: A Graphic Chronicle, 1941-43, recreando el frente oriental de la Segunda Guerra Mundial con soldaditos de plomo y hojalata, el juguete por excelencia de los niños de la posguerra. Desde entonces no ha dejado de buscar diminutos protagonistas para escenografías oníricas y desenfocadas, que empujan un poco más allá la frontera entre la realidad y su doble.
Anualmente conforma un gran fresco de la cultura popular americana a través de series de imágenes con personajes del Lejano Oeste, clientes de moteles de carretera, rebeldes del jazz, bellezas orientales, astronautas o estrellas del deporte, entre otros. Ahora, ha decidido regresar a los soldaditos con Irak, una muestra que acoge la galería Raíña Lupa (Barcelona) hasta el 30 de diciembre.
En Irak, los colores del desierto sirven de indistinto escenario para los protagonistas de imágenes icónicas y ambiguas, que obligan al espectador a reflexionar sobre conceptos como heroísmo, lucha, agresión y defensa. Pero Irak también muestra algo diferente, una evolución técnica en la trayectoria de Levinthal, es la primera serie que realiza con cámara digital.
Su impulso creativo oscila entre el interés por la fotografía y la pasión por los juguetes, metáforas culturales e iconos de la sociedad.
Galería Raíña Lupa. Consejo de Ciento, 278, 1º-2ª. Barcelona. Hasta el 30 de diciembre.
Él afirma que los juguetes no son inocentes, sino que son concebidos para conformar una determinada imagen de la sociedad.
Todo empezó en 1972, cuando con su amigo Garry Trudeau, autor del mítico cómic Doonesbury, decidió ilustrar el libro Hitler moves East: A Graphic Chronicle, 1941-43, recreando el frente oriental de la Segunda Guerra Mundial con soldaditos de plomo y hojalata, el juguete por excelencia de los niños de la posguerra. Desde entonces no ha dejado de buscar diminutos protagonistas para escenografías oníricas y desenfocadas, que empujan un poco más allá la frontera entre la realidad y su doble.
Anualmente conforma un gran fresco de la cultura popular americana a través de series de imágenes con personajes del Lejano Oeste, clientes de moteles de carretera, rebeldes del jazz, bellezas orientales, astronautas o estrellas del deporte, entre otros. Ahora, ha decidido regresar a los soldaditos con Irak, una muestra que acoge la galería Raíña Lupa (Barcelona) hasta el 30 de diciembre.
En Irak, los colores del desierto sirven de indistinto escenario para los protagonistas de imágenes icónicas y ambiguas, que obligan al espectador a reflexionar sobre conceptos como heroísmo, lucha, agresión y defensa. Pero Irak también muestra algo diferente, una evolución técnica en la trayectoria de Levinthal, es la primera serie que realiza con cámara digital.
Su impulso creativo oscila entre el interés por la fotografía y la pasión por los juguetes, metáforas culturales e iconos de la sociedad.
Galería Raíña Lupa. Consejo de Ciento, 278, 1º-2ª. Barcelona. Hasta el 30 de diciembre.
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