Las palabras de otros no enseñan solo reconfortan, por lo que si los que hay dentro ni siquiera entienden lo que ponen, ni el que los ha puesto, mal asunto. ¿Conoces la escuela de León? es como la desazón de un cuadro que te ha salido mal, es como el amargor del caramelo que se cae al suelo, es el bolsillo sin llenar, es una gran tristeza en los sueños de los soñadores. No son palabras bonitas todo lo que reluce.
Las palabras de otros no enseñan solo reconfortan, por lo que si los que hay dentro ni siquiera entienden lo que ponen, ni el que los ha puesto, mal asunto. ¿Conoces la escuela de León? es como la desazón de un cuadro que te ha salido mal, es como el amargor del caramelo que se cae al suelo, es el bolsillo sin llenar, es una gran tristeza en los sueños de los soñadores. No son palabras bonitas todo lo que reluce.
ResponderEliminar@ Anónimo. Por tus palabras parece que eres o fuiste alumno de esta escuela. No la conozco por dentro, ni su metodología interna.
ResponderEliminarGracias por el feed-back de tus impresiones, no siempre todo es bueno y bonito...
Saludos, Pilar