Pues ayer fue el día en que paseé por ARCO. Este año tenía mil razones para asistir, entre ellas, aparecer en el stand de masdearte.com gracias al proyecto 'Palabras de ida y vuelta' donde el artista Joaquin Artime plasmó en un lienzo una palabra que yo había escogido y que al azar le fue otorgada. Este binomio, palabra y obra es el que acogía el espacio de masdearte en ARCO. El catálogo del proyecto se puede descargar desde la web de masdearte.
La palabra que propuse fue DEVENIR, y Joaquín a cada pieza le agrega un microrrelato, en este caso llamado "Proyecciones":
El billete de cristal
Esperaba que diese comienzo el embarque, con el estómago encogido y el miedo a flor de piel. Lo dejaba todo atrás. Lo que se presentaba por delante se desdibujaba al segundo, salvo aquel viaje con destino incierto. De pronto, surgieron las dudas que tanto había evitado, aquellas que hablaban de abandono, incertidumbre, soledad. Y aunque tenía bien presente los motivos por los cuales se marchaba, ya no parecían relevantes, de peso. Divagó sobre el asiento, sacó la tarjeta de embarque y la examinó. No era más que un papel lleno de signos. Observó su nombre. Su apellido. El lugar de origen. El rumbo. La hora. El vuelo. Paseó la mirada sobre la superficie con un afán impreciso, casi suicida. La tinta, en un principio negra, cobró un matiz reflectante, con apariencia de espejo, de cristal. Se acercó, tanto que casi podía tocar la cartulina con la nariz. A través de los números, las letras, contempló su futuro, en secuencias cortas, desplegadas como sin orden, en intervalos convulsos. Su retrato del porvenir no duró demasiado. Al acabar, no supo si reír o llorar. Todo tan confuso.
Ya os iré desgranando mis impresiones de ARCO'11 :)
Esperaba que diese comienzo el embarque, con el estómago encogido y el miedo a flor de piel. Lo dejaba todo atrás. Lo que se presentaba por delante se desdibujaba al segundo, salvo aquel viaje con destino incierto. De pronto, surgieron las dudas que tanto había evitado, aquellas que hablaban de abandono, incertidumbre, soledad. Y aunque tenía bien presente los motivos por los cuales se marchaba, ya no parecían relevantes, de peso. Divagó sobre el asiento, sacó la tarjeta de embarque y la examinó. No era más que un papel lleno de signos. Observó su nombre. Su apellido. El lugar de origen. El rumbo. La hora. El vuelo. Paseó la mirada sobre la superficie con un afán impreciso, casi suicida. La tinta, en un principio negra, cobró un matiz reflectante, con apariencia de espejo, de cristal. Se acercó, tanto que casi podía tocar la cartulina con la nariz. A través de los números, las letras, contempló su futuro, en secuencias cortas, desplegadas como sin orden, en intervalos convulsos. Su retrato del porvenir no duró demasiado. Al acabar, no supo si reír o llorar. Todo tan confuso.
Ya os iré desgranando mis impresiones de ARCO'11 :)
Me gustó el proyecto y me gustó el Micro, terrno por donde me muevo algo menos perdido que en el del Arte.
ResponderEliminarUn saludo.
A ver como va tu "devenir" por Arco. Buen aperitivo!
ResponderEliminar@CYBRGHOST. Jejeje, animo!
ResponderEliminar@marvilla. Próximamente más, esto sólo era el aperitivo!