Mi interés hacia la fotografía nace de la búsqueda de un medio de expresión plástico que sea a su vez un medio de representación de la realidad. Entendido como una herramienta que se adecue a la captación no sólo de lo palpable y por lo tanto físico, sino de aquello que es intangible, de difícil captación por su naturaleza sutil e inmediata, la captura de instantes irrebatibles de manera concisa. Hacer uso en sí de una herramienta narrativa para interpretar y sugerir a través de fracciones de la propia mirada. Es sabido que cualquier método de expresión, artístico o no, es también una herramienta introspectiva y de posterior análisis de un contenido a menudo más íntimo del que el propio creador cree. En este sentido, la fotografía consigue establecer un alto grado de intimidad, un estrecho vínculo entre fotógrafo, aquello fotografiado y un posible espectador. Este diálogo expresivo es muy atractivo y sugerente, sobre todo para el fotógrafo o creador. La fotografía te da las herramientas básicas para construir, para plasmar escenas o ideas y darles un formato físico e interpretable. Es indudable que la fotografía va atada a un afán de descubrir a través del objetivo un mundo nuevo a veces muy próximo a la visión real pero a veces más bien próximo al mundo del imaginario personal. Es una manera de dar voz a aquellas cosas que por algún motivo nos llaman la atención y dar forma a esta relación. Por ejemplo, el paisaje no existe por si mismo, el paisaje es una invención. Su interpretación pide unos ojos que lo observen y lo valoren como tal, que alguien lo configure visualmente y le otorgue categoría estética. Una fotografía nunca es la evidencia exacta del suceso, sino la interpretación de quien la capta y le otorga un sentido. A este dar forma me refiero, a este modelar desde el ojo hasta la copia. Esta posibilidad de crear historias es el que realmente me atrae de la fotografía. Es decir, el interés que tiene la imagen de usurpación de la realidad, de interpretación de la realidad y recreación de un mundo nuevo. Es una utopía pensar que un mundo de imágenes puede “sustituir” a un mundo real, pero la función de la imagen como eco de la realidad contribuye a crear un mundo nuevo plástico, mágico y sugerente. Y la fotografía lo consigue en grado máximo porque, sin dejar’ de asemejar al modelo y rendirle homenaje, nos aporta en forma de eco una extensión de este modelo, se apropia y nos aporta de él un conocimiento más allá de la experiencia e independiente de ella. Este es parte de mi pensamiento sobre las posibilidades de la fotografía como proceso de (re) creación y (re) conocimiento.
·Dark Isolation, Tokyo. (Premiado con el "Nuevo Talento Fnac 2011")
·Sara's Gypsies
·Hidalgos
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Texto: Salvi Danés
Me parece muy interesante tu estilo de fotografía. Sólo quería felicitarte por esa perspectiva tan personal que le das. Un saludo.
ResponderEliminarCristina.
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