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17 ago 2014

Russian Ark #Arteenelcine

Vigésimo domingo de la sección #Arteenelcine
 

Russian Ark
Alexandr Sokurov
2002

Russian Ark (El Arca Rusa) es una de esas proezas cinematográficas que de vez en cuando aparecen en el séptimo arte. Una producción con 2.000 actores que se mueven a lo largo de 33 habitaciones del museo Hermitage de San Petersburgo (Rusia), acompañados de tres orquestas tocando en directo para recorrer 300 años de la historia de Rusia en una única escena, sin cortes, en un único plano secuencia.

La historia es un bucle espacio-temporal que narra el paseo de un diplomático francés del siglo XIX -vestido de negro y conocido como "el extranjero"- por el museo. A lo largo de su paseo se va encontrando con diversos personajes de la historia de Rusia, desde la época de Pedro el Grande hasta la actualidad. Una voz en off (Sokurov) acompaña al diplomático en su visita. De este modo, el hilo conductor es el diálogo entre el diplomático y la voz en off.

"Abro los ojos y no veo nada"

Con esta frase Sokurov empieza a narrar la historia de Rusia y a dialogar con el diplomático francés (interpretado por Sergey Dreyden), tras él la cámara va centrándose en otros personajes que aparecen en escena, siempre de persona en persona y con el objetivo de ir mostrándonos las riquezas del Palacio de Invierno.


El diplomático francés alaba la riqueza artística del palacio, comparando la riqueza con la de los palacios vaticanos y enfatizando en la excelencia de la copia rusa de modelos italianos y la ausencia de ideas propias.


Salto cronológico

El salto de épocas dificulta seguir el hilo conductor de la película, pero sorprende al espectador, esto se ejemplifica con la escena donde el diplomático abandona una galería lateral y se adentra en una sala del museo con diversos turistas del siglo XXI. Tras conversar con dos hombres en una galería de esculturas se encuentra con una mujer ciega, con ella visita varias estancias de pinturas hasta que ella desaparece y el diplomático francés vuelve a recorrer en solitario el museo.




La siguiente persona con la que dialoga es un joven que está observando un lienzo con San Pedro y San Pablo, cuestiona su conocimiento religioso y acaba exaltando el olor de algunas pinturas. Tras él, el diplomático tiene un encuentro con una mujer que afirma estar hablando con las obras, juntos acaban danzando ante un lienzo.



La ceremonia con el embajador de Persia

Después de estos breves encuentros, el diplomático francés vuelve al pasado para presenciar una ceremonia con el embajador de Persia. Una escena que refleja muy bien el lujo y la ostentación de los antiguos zares. Tras presenciar algunos minutos la ceremonia, un guardia de seguridad le invita a abandonar la sala. El diplomático sale y se adentra en la sala donde se celebrará posteriormente un cocktail, hecho que permite a Sokurov recrearse en la riqueza de las vajillas y porcelanas rusas. De nuevo, las personas que están organizando el cocktail le invitan a salir para terminar de  organizar los preparativos.



El diplomático recorre algunas estancias más del palacio, destaca especialmente el encuentro que tiene con Anastasia Romanov y sus amigas y como corre con ellas por una de las galerías del palacio.





Baile en el gran salón del Palacio de Invierno

Finalmente tiene lugar la escena del baile en el gran salón, donde Sokurov muestra la riqueza de los trajes y vestidos de los invitados, tras el baile, los invitados van saliendo por la gran escalera muy lentamente, incrementando así la sensación de multitud asistente al baile y la magnificiencia de la escalera.




Tras el descenso, el narrador sale del edificio a través de una salida lateral, donde se ve un océano, dando la sensación de que el museo es como un arca de preservación de la gran cultura rusa, "un cofre de la belleza" como indica el narrador, que flota en el mar y permanece atemporal.


5 puntos clave de Russian Ark:

· La película resulta algo confusa si no se conoce la historia de Rusia, hecho que se potencia dado que la historia pasa a un segundo plano ante la maestría técnica. Por ello cuesta seguir el recorrido, por la variedad de personajes y la aparente locura que parece imperar en algunas escenas. Además no hay un orden cronológico en la narración de los hechos.
· Escena del diplomático corriendo con Anastasia y sus amigas por una de las galerías.
· Escena final del baile, con muchos de los personajes de la película ataviados con espectadores trajes de época, que se cierra con una magistral salida de toda la multitud a lo largo de la gran escalera del Palacio de Invierno. 
· Gran interpretación de Sergey Dreyden en el papel del diplomático extranjero.
 

Sección: 30 Domingos de Arte en el cine

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