Creo que el gestor cultural ha de ser inquieto, intrínsecamente inquieto. ¿A qué me refiero con inquietud? A mostrar interés por otros temas y sectores como el tecnológico, el científico o más cercanos, como el arquitectónico y el teatral.
El sector de la gestión cultural aún ha de aprender mucho de otros ámbitos, y opciones como el World Arquitecture Festival (WAF10) permiten descubrir cómo sí se deben hacer las cosas. Un congreso caracterizado por una correcta frialdad europea, un excelente cumplimiento horario y por personas que mostraron una prudente a la par que interesante cercanía. Un congreso de ‘hombres de negro’ con un único idioma: el inglés y sin posibles traducciones, donde primó la globalización arquitectónica a través de proyectos locales. Un congreso ‘global’ que se devino poco ‘típico’ y muy ‘abierto’ a la experimentación. El polo opuesto a los congresos ‘españolizados’ de conferencias eternas y con discursos, en muchas ocasiones, repetidos.
Si bien, es cierto que hablar de arquitectura, y sobre todo de su parte más práctica, los proyectos, es más entretenido y menos etéreo que teorizar sobre qué es el arte, o la situación de la cultura. Gracias a ello o no, WAF fue un congreso ameno, sencillo y nada pesado, donde incluso la dificultad de entender los vocablos técnicos arquitectónicos en inglés pasó a ser un tema baladí, frente al nivel de inteligencia arquitectónica que se respiró en el Centro de Convenciones de Barcelona del 3 al 5 de noviembre. Ésta era su tercera edición, y la ciudad de Barcelona ha demostrado una vez más, su buen hacer como anfitriona de grandes congresos internacionales. Una ciudad mediterránea con la que los asistentes demostraron estar encantados y que, gracias a su presencia, la convirtieron durante tres días en la cuna de la arquitectura, reuniendo a los estudios más destacados del panorama arquitectónico mundial.
La estructura del congreso era perfecta, y se desarrolló en cinco espacios:
-Gran sala de conferencias y seminarios. En ella tuvieron lugar los seminarios que demandaban un mayor aforo, así como la presentación de los proyectos que se adscribían al tema del festival de este año ‘Transformaciones’, además en esta sala se realizó la ceremonia de entrega de premios, en la cual se premiaba a un proyecto por cada categoría de las presentadas en el espacio de ‘Rooms’, finalmente los ganadores de cada categoría competían por el galardón de ‘Edificio del año’.
-Rooms. Un total de ocho espacios dedicados a las presentaciones breves de proyectos, divididos por temáticas: cultura, viviendas, edificios de uso mixto, educación, oficinas, vacaciones, deporte, salud, futuros proyectos residenciales, edificios para la comunidad, futuros proyectos comerciales, paisaje, futuros proyectos culturales, futuros proyectos experimentales, futuros proyectos de paisaje, futuros proyectos de salud, futuros proyectos de educación, futuros proyectos de infraestructuras, producción, energía y reciclaje, transporte, nuevo y viejo, futuros proyectos de planificación. El tiempo para presentar los proyectos era de 10 minutos, a los cuales se le añadían 10 minutos más de réplica por parte del jurado, formado en cada sala por tres profesionales. En cada ‘room’ se desarrollaba en el mismo momento la presentación de un proyecto, de manera que había que escoger entre ocho posibles presentaciones cada veinte minutos. Entre sala y sala podías conocer las últimas novedades del mercado editorial arquitectónico, estaban presentes publicaciones como AIT, 1:100, The Architects Newpaper, Arquine, The Plan, Yapi o The Architectural Review y también conocer proyectos como architravel o world-architects.com.
-Área de Sponsors. Un ambiente chill-out donde se realizaban los caterings mientras visitabas los stands de los sponsors y conocías el interesante proyecto OpenBuilings.com
-Galería de proyectos. Espacio dedicado a la exposición mediante paneles de los proyectos seleccionados para exponer, algunos de los cuales son seleccionados además para ser presentados en las ‘rooms’.
-Sala de Prensa. Sala con ordenadores conectados a Internet de uso gratuito para todos los asistentes.
El resultado es apabullante, más de doscientas presentaciones y conferencias, que provocan (sin ser experta en arquitectura) comenzar a mirar este arte con otros ojos, a fijarse en sus estructuras, en sus diseños, en sus usos, en su sostenibilidad, en su relación con el entorno, en sus texturas, en sus colores, en su forma, en su orientación, en su climatización, en fin, en todo eso que, si es enfermizo, te puede llegar a diferenciar del resto de los mortales...
En la categoría de cultura disfruté con las presentaciones de los arquitectos Chipperfield y Harrap que explicaron cómo están transformando el ‘Neues Museum de Berlín’, con la presentación de la remodelación de las salas de arte medieval y renacentista del Victoria & Albert Museum o del nuevo museo Moderna Museet Malmö. Además asistí a la presentación del que fue proclamado ‘Edificio del año’, el MAXXI de Roma, un museo del estudio de Zaha Hadid, desde donde se pronunciaron como ‘Diseñar un museo de arte contemporáneo es un sueño’.
Neues Museum de Berlín
También se presentaron proyectos en las otras ‘rooms’ de hospitales, facultades, centros de visitantes, viviendas, estadios de fútbol, estaciones de tren, edificios de oficinas, puentes, pabellones nacionales, colegios, incluso mezquitas casi-galácticas, como la Yesil Vadi y la del estudio FXFOWLE.
Mi impresión final es que Asia es la apuesta de futuro, los numerosos proyectos de Singapur hacen de ésta ciudad un viaje futuro casi obligado, una malasiana ciudad que contará próximamente con proyectos como ‘Gardens by the Bay’, un paraíso (no me atreví a preguntar el precio de esta obra maestra), o su futura Escuela de Arte.
Gardens by the Bay
Aparte de las presentaciones breves, en la ‘Galería de Proyectos’ pude descubrir Woods of Net, Lyon Housemuseum, E N Z I, Escuela Fitzroy o Simplon Yard.
Añadir que me llevé tres sorpresas. En primer lugar, el alto grado de respeto que se demostró por parte de todos los asistentes, entre los arquitectos había gran respeto por los proyectos de los otros estudios, además no se oyó un sólo timbre de móvil y quiero pensar que éste es el futuro de todos los congresos, clases y conferencias, una concienciación de respeto hacia los demás. En segundo lugar, me sorprendió la poca ‘interactividad digital’ que hubo, con esto me refiero a que pocas personas fuimos las que hicimos uso del hastag #waf10 habilitado por la organización para comentar aspectos del congreso. Este recurso de twittear el evento (al menos en España) esta siendo cada vez más empleado, aunque obviamente requiere personal y equipos técnicos. De todos los tweets que se emitieron, destaco el de @rossturley “#waf10 remind me good buildings can make the world a better place”. Por último, el turno de las no-preguntas, ese espacio al final de una conferencia donde el moderador invita al público a comentar, aquí no se dio ese turno, y me pareció perfecto, porque en la mayoría de las ocasiones son minutos donde toda la sala se queda en silencio hasta que el moderador vuelve a tomar la palabra para preguntar cosas que seguramente ya sabe de antemano. Aquí el tiempo apremiaba, eso sí, si en el coffe break querías hablar con él/ella no había ningún problema.
En principio este modelo de congreso puede parecer complicado de aplicar al ámbito de la gestión cultural, donde en numerosas ocasiones se repiten los mismos discursos que el conferenciante dio el año anterior, pensando que al año siguiente la gente no es la misma, o la misma charla que da año tras año a sus alumnos de facultad en su máster de gestión cultural. El modelo lo repite porque (cree que) le funciona, y es la ley del mínimo esfuerzo, la ley de ‘¿para qué preocuparme por actualizarme?’. Esta ley nos lleva a la repetición en bucle, pero hay que cambiar, hay que saltar esa barrera anti-conocimiento que impera en muchos ‘gestores culturales’, esa barrera llamada yo-no-me-muevo-de-mi-ámbito. ¿Qué hay de malo en ampliar el conocimiento en un congreso de jóvenes fotógrafos, de ricos arquitectos o de geeks hablando de conectividad? Es, fijándose en otros ámbitos más desarrollados, de donde se pueden extraer ideas innovadoras para aplicarlas al ámbito de la gestión cultural, es así cómo se podría perfilar el perfil del gestor cultural del futuro, un perfil abierto al conocimiento multidisciplinar y a la hibridación con otros sectores, luchando así contra la obsoleta idea de fronteras sectoriales. Querer es poder, un gestor cultural del siglo XXI ha de ser capaz de levantarse de su silla, entrar en un congreso de tecnología, ciencia o economía y aplicar esos inputs en la renovación de la gestión cultural. En caso contrario, seguiremos oyendo el mismo discurso y acordándonos de la célebre frase de Fray Luis de León, que después de volver a dar clase tras estar cinco años encarcelado, repitió, cómo hacia cada día para recapitular lo explicado el día anterior, ‘Decíamos ayer’...
Pero hay que decir hoy y mañana, no ayer. Este modelo WAF se podría aplicar a un congreso de gestión cultural, siempre y cuando contase con un partner de la categoría de GROHE o fuera organizado por una administración capaz de financiar un congreso internacional. El espacio de seminarios, igualmente podría estar focalizado cada año en un tema vinculado con la gestión cultural, como su formación, la relación entre el sector privado y público, las redes culturales, la cultura en la red, etc. Así mismo las ‘rooms’ podrían acoger presentaciones cortas de proyectos o estudios realizados, explicando cómo surgió, qué metodología se utilizó, cómo se implementó, qué resultados hubo, etc. Cada ‘room’ podría centrarse en un tema concreto: Artes Plásticas, Artes Escénicas, Turismo, Economía de la Cultura o Centros de Interpretación, entre otros. El modelo es enriquecedor, dado que se mostrarían experiencias de todo el mundo y crearía un entorno de feed-back muy necesario en cultura, ahora bien, su implementación, se torna casi un sueño, al menos en el actual momento de crisis.
4 comentarios :
Gracias Pilar. Genial lo que compartes, tanto lo que has podido ver y aprender como tus propias consideraciones. Hay proyectos que no conocía y que me pasaré a revisar... cada vez que lanzas temas como estos, me da envidia de Barcelona, donde se dan la mayoría de estas iniciativas.
Un saludo!
@Iraide. Jo! Gracias a tí por leerme! :D La verdad es que fueron dos días muy intensos y agradables. Si miras los links, verás la gran calidad de los proyectos presentados, así como las publicaciones arquitectónicas que estuvieron presentes en el congreso. Bueno, cierto que Barcelona reúne cosas interesantes, pero en esta apenas había apoyo local o autonómico, la mayoría era privado y de Grohe... ;)
Saludos, Pilar.
Pilar:
Muchas gracias por la excelente reseña y por los comentarios. He mirado algunos de los links y los proyectos están muy buenos.
Veo que además de los contenidos interesantes, la organización estuvo muy buena... ya había leído algo al respecto, bien por Barcelona. Me encantaría poder estar en el próximo WAF.
Un abrazo muy fuerte y felicitaciones de nuevo,
Pedro
@Pedro. Me alegra te haya gustado la reseña, ciertamente hubieras disfrutado mucho del congreso, tal cómo explico tanto la organización como los proyectos fueron muy buenos. El próximo WAF? Dentro de un año! :D
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