Hasta el 6 de febrero el Hamburger Bahnhof de Berlín (antigua estación de ferrocarril) acoge una muestra de Carsten Höller (Bélgica, 1961) un artista que actualmente vive y trabaja en Estocolmo.
Sus trabajos contraponen la afirmación o validez del arte en sí con el significado de éste en proporción a su carencia de función. Con sus obras persigue inquietar al espectador mostrando como normal lo no-preconcebido y, explorando nuevos universos psicológicos.
Ahora presenta una de sus instalaciones más complejas 'Soma' donde se cuestiona el papel de la ciencia en la actualidad y en particular explora el mito de 'soma', una bebida conocida por sus propiedades curativas por los nómadas Verdic del norte de la India en el segundo milenio a. C. cuyo consumo prometía la iluminación y el acceso a la esfera divina. A la hora de analizar los ingredientes de esta bebida, se piensa que los efectos provienen de la seta Amamita volar. Por ello Carsten Höller ha desarrollado una gran instalación con un imaginario a la par que fantástico escenario a medio camino entre el arte y la ciencia, la objetividad y la subjetividad.
El escenario típico de un museo se ha desvirtualizado con los sonidos de canarios y el olor a establo patente en la sala. Y es que Carsten ha instalado un gran establo con doce renos, veinticuatro canarios, ocho ratones y dos moscas. Diversos frigoríficos contienen setas congeladas y disecadas. Un espacio esta destinado a laboratorio y a la observación micológica.
Al fondo una habitación de hotel sobre una plataforma en forma de hongo, ofrece a sus huéspedes la oportunidad de pasar la noche en el museo y sumergirse en el mundo de soma, reservar aquí. En frente, una plataforma elevada desde donde contemplar el experimento de Höller.
Fotos: designbom
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