Me encanta Maurizio Cattelan, pero me encanta tener el 'espacio' necesario para poder disfrutar de cada una de sus piezas. Por ello, el montaje de su retrospectiva en el Guggenheim de Nueva York, me parece lo más desacertado que podrían haber hecho con su obra.
Colgar una obra, dos a lo sumo del gran óculo del museo, hubiera estado bien, pero visualizar obras como 'La Nona Hora', 'El' y otras 128 obras colgadas resulta cuánto menos apabullante y rozando el horror vacui.
¿Éste es el árbol de Navidad que ha montado el Guggenheim?
Una retrospectiva en la rotonda del museo donde las piezas pierden esa fuerza individual que caracteriza muchas de las obras del italiano para convertirse en espectáculo. Un espectáculo que además es trasladable al iPhone, iPad y Android, con cuya aplicación seguramente se disfrutará más.
3 comentarios :
Casi todas las obras de Maurizio Cattelan usan el espacio en el que se exponen como parte importante de la obra. la enorme alfombra roja que rodea al Papa de la Nona Hora como un desierto lunar. La presencia del elefante en medio del espacio. La cabeza del caballo hundida en lo alto de una pared blanca de la que suelen colgar obras bidimebsionales.... No se qué intención metafórica habrá pretendido la curaduría de la exposición, pero me parece un error casi ridículo. Me encanta Cattelan, pero no tiene sentido ir a ver esta retrospectiva.
Por lo que veo en las fotos, y admitiendo la profesionalidad de este gran artista. Coincido en pensar que esta es una instalación totalmente desafortunada. No tiene ningún sentido. Debemos pensar que al final por buen artista que seas, todo lo que haces no siempre vale, ni puede salir bien. Lástima de espacio, he visto decoraciones navideñas en centros comerciales mucho más impactantes e interesantes, será la magia de la navidad...?
Saludos Pilar, buena reflexión, gracias.
@Raul Valero. Totalmente de acuerdo contigo.
@Santiago Gómez Carreras. Efectivamente hay montajes que entorpecen la obra, montajes donde la obra no sale para nada beneficiada, y lo que podría haber sido una 'gran exposición' se queda en algo ridículo. Hay que innovar más en museografía y pedir (como espectadores) más en cada exposición.
Saludos, Pilar.
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