Hasta el próximo día 23 de marzo el Centro Georges Pompidou (París) acoge la retrospectiva Vides (Vacíos), basada en 'exposiciones vacías' comenzando por la de Yves Klein de 1958. Una exposición inédita sobre exposiciones que rigurosamente no han mostrado nada, dejando el espacio vacío. Una recreación de obras de los últimos 50 años, una retrospectiva que se extiende a lo largo de 9 salas, sin el más mínimo contenido. Paredes blancas, suelo de parquet de color pálido. Los únicos elementos que rompen son: un termostato o una señal de salida de emergencia.
Aunque puede parecer sorprendente el vacío ha sido elevado a categoría artística. Un lugar donde no hay nada que contemplar ni que admirar. Una exposición al arte de la nada.
El vacío ha sido un concepto muy recurrente por los artistas en los últimos cincuenta años, para huir de la idea de 'mostrar algo', para romper el mito y mostrar que el arte puede ser 'inmaterial', desde los conceptuales se da esta idea. Desde la exposición de Yves Klein «La especialización de la sensibilidad en su estado puro» en la galería Iris Clert, en París, en 1958, las exposiciones completamente vacías afirman diferentes concepciones del vacío.
El vacío no es invisible, no es carencia, no es negación.
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