Yinka Shonibare es un artista londinense de padres nigerianos que ha pasado gran parte de su vida en Lagos (Nigeria). A los 19 años decidió formarse como artista, pero cayó gravemente enfermo con una rara infección viral que atacó su columna vertebral y lo dejo temporalmente paralizado. Actualmente un lado de su cuerpo se encuentra paralizado y camina con ayuda de un bastón. A la hora de crear, emplea esas limitaciones físicas como recurso creativo y la seña de identidad de muchos de sus trabajos son las telas de colores brillantes, africanas, que adquiere en el mercado de Brixton en Londres.
2 comentarios :
Te escribo maravillado por el post sobre Yinka Shonibare, que ha provocado en mi muchas sensaciones. Lo plasmado en su obra es tan bueno y claro; que el comentario en el blog me ha parecido escaso. Me hace reflexionar sobre la colonización llevada a cabo por los pueblos "cultos" durante tantas épocas por nuestro globo. Ellos nos traían la luz, el progreso y la verdad, para sacarnos de nuestra ignorancia y primitivismo. Claro que ellos escribían la historia y se sabe ahora, que muchos de esos dones estaban envenenados. Y por no hablar de su salvajismo, han dado muestras inexcusables. Ni siquiera bajo el palio de la fé como cómplice, tienen perdón. El artista los viste con el habito de los colonizados y con esto demuestra lo relativo de tal concepto: colonizar... ¿Quién coloniza a quién? ¿El "salvador" o el "salvado"? Mas valdría decir que en cuanto dos pueblos entran en contacto, sin impedimento posible, todo lo bueno y lo malo de ambos se pega al otro, lo impregna para siempre. La simbiosis es inevitable y yo también al igual que Yinka, la siento positiva y enriquecedora. La mezcla a lo largo de la humanidad, la cultura y el arte ha dado ejemplos magistrales. Integra además muy bien su minusvalía en su obra, que interpreto como otro mensaje para reaccionar y no tener prejuicios ni de raza, ni color en el afán de hacer un mundo mejor y más sabroso. Sino el mundo dará esos personajes cojos, lisiados, deambulando en sus sillas de ruedas, acosados en sueños por sus fantasmas y prejuicios, alejados del futuro y anclados en épocas anacrónicas. Como dice el dicho: no es mas ciego quién no ve, sino quién niega lo que ve y esto encadena con "Ensayo sobre la Ceguera" de un genial "vidente" Saramago.
Pd: Ya vez a lo que me llevas con tus "irresponsables" post, ja, ja!!
Anónimo, te agradezco enormemente que hayas comentado todo lo que la obra de Yinka te ha despertado.
Espero poder seguir mucho tiempo descubriendote autores tan interesantes como él.
Saludos, Pilar.
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