Mi viaje a París comienza un sábado.
Un sábado 13 de julio de 2013 en un avión rumbo a Orly, el
aeropuerto situado en el sur de París. Tras aterrizar, mi primer objetivo es encontrar la oficina de turismo
dentro de la Terminal Ouest,
concretamente en la puerta A. Quiero comprar la conocida “Paris Museum Pass” una tarjeta que te permite visitar los principales
museos y monumentos de París durante 2, 4 o 6 días.
Consejo:
Existe también la tarjeta París Pass, las diferencias entre ambas
son: transporte RER y metro incluido, el acceso a actividades
concretas y la vigencia de la tarjeta. Conviene estudiar los días
que se piensa estar en París, el número de trayectos que se calcula
realizar y los lugares que se desea visitar, en función de ello
elegir la tarjeta.
Con
la “Paris Museum Pass” para 6 días en la mano, es hora de salir
del aeropuerto. Existen diversas alternativas para llegar al centro de la ciudad, todo
depende de cuál sea el siguiente punto al que quieres ir. Mi opción
fue coger un bus (donde conocí a Vanessa,
una crack de la dansa afrobrasileira) y
luego un metro para llegar al alojamiento que tenía reservado.
Apenas llevaba dos horas en París y la sensación ya era de “ciudad
cultural”, sí, algunos la llamaréis “ciudad turística”, pero
sinceramente que las paradas de metro estén llenas de carteles de
exposiciones temporales que acoge la ciudad, no es sólo un objetivo
turístico, también demuestra interés hacia la cultura.
Un
plan perfecto para una tarde de sábado es visitar el Centre Pompidou. Allí se encuentra mi obra favorita de Kandinsky, y aunque
ya la pude ver en enero de 2009, en "Kandinsky.
Absolut. Abstrakt"
la retrospectiva que acogió el Lenbachhaus de Múnich, estaba
deseando volver a encontrarme con Gelb-Rot-Blau. Pero antes de entrar
conviene visitar el Taller de Brancusi, situado en el exterior del
Pompidou, de acceso libre entre las 14-18h.
Iba sin ninguna expectativa de lo que me encontraría en el Taller de Brancusi, y la verdad, sorprende. Brancusi (1876-1957) legó un año antes de su muerte su estudio de Montparnasse y todo lo que contenía (obras finalizadas, maquetas, esbozos, herramientas, colección de recuerdos, libros, etc.) al estado francés con la condición de que el Pompidou se comprometiera a reconstruirlo tal y como se encontrase el día de su muerte. La reconstrucción, realizada por Renzo Piano, no pretende ser una recreación etnológica de la distribución del taller hasta el más mínimo detalle, pero sí comunica la unidad que Brancusi creó entre sus esculturas dentro de aquel espacio. Realmente el reto al que tuvo que enfrentarse Renzo Piano no era fácil, ya que tenía que ser fiel a la intimidad que desprendía el taller dentro de la populosa plaza donde se ubica el centro de arte.
Os dejo con el plano de ubicación de las piezas en el estudio y algunas fotografías que tomé.
Ahora sí, después de visitar el Taller Brancusi, es hora de entrar en el Pompidou. Spoerri, Arman, Fontana, Calder, Grosz, Pistoletto, Mimmo Paladino, Richter, Feldmann, Kupka, Picabia, Léger, son sólo algunos de los artistas presentes en esta increíble colección.
Un pequeño resumen gráfico de la colección sería:
Aparte de la colección permanente, algunas de las exposiciones temporales que tenían en este momento eran:
- Roy Lichtenstein
Retrospectiva de más de cien obras del mayor exponente de pop art distribuidas a lo largo de 10 salas.
A destacar como positivo el interés por mostrar a un Lichtenstein como un artista más completo de lo que se suele estudiar, mostrando tanto su obra pictórica como grabados, esculturas, esmaltes y cerámicas en un montaje expositivo bastante sencillo que permitía ver las obras desde diferentes perspectivas.
Como aspectos negativos la larga espera que supuso entrar en la muestra, cerca de 45 minutos de cola y el coste de la app que crearon para la exposición.
- Simon Hantaï
Una muestra sobre este pintor francés de origen húngaro de lo más completa por toda su obra pictórica y sus investigaciones en torno al collage y el frottage. También la muestra se hacía eco de sus obras con papel cortado y plegado.
Destacaría dos aspectos positivos de la muestra. En primer lugar las distancias entre las obras, permitían contemplarlas cómodamente, a cierta distancia, a diferencia de la muestra de Lichtenstein donde no había tal espacio. Y en segundo lugar, el criterio de selección. Creo que las obras escogidas plasmaban muy bien todas las diferentes etapas de Hantaï, desde su época surrealista a las Tabulas pasando por un período más gestual muy interesante.
Ahora sí, después de visitar el Taller Brancusi, es hora de entrar en el Pompidou. Spoerri, Arman, Fontana, Calder, Grosz, Pistoletto, Mimmo Paladino, Richter, Feldmann, Kupka, Picabia, Léger, son sólo algunos de los artistas presentes en esta increíble colección.
Un pequeño resumen gráfico de la colección sería:
Jean Pierre Raynaud, Container Zéro |
Larry Rivers, I like Olympia in Black Face |
Gérard Fromanger, En Chine |
Yaacov Agam, Aménagement de l'antichambre des appartements privés du palais de l'Élysée pour le président Georges Pompidou |
Joseph Beuys, Plight |
Ernesto Neto, We stopped just here at the time |
Achim Menges, Morphogenetic Design Experiment 01 |
Yves Klein, Portrait-relief "Arman" & IKB3, Monochrome bleu sans titre |
Marcel Duchamp, Air de Paris |
Otto Dix, Portrait de la journaliste Sylvia von Harden |
Aparte de la colección permanente, algunas de las exposiciones temporales que tenían en este momento eran:
- Roy Lichtenstein
Retrospectiva de más de cien obras del mayor exponente de pop art distribuidas a lo largo de 10 salas.
A destacar como positivo el interés por mostrar a un Lichtenstein como un artista más completo de lo que se suele estudiar, mostrando tanto su obra pictórica como grabados, esculturas, esmaltes y cerámicas en un montaje expositivo bastante sencillo que permitía ver las obras desde diferentes perspectivas.
Como aspectos negativos la larga espera que supuso entrar en la muestra, cerca de 45 minutos de cola y el coste de la app que crearon para la exposición.
- Simon Hantaï
Una muestra sobre este pintor francés de origen húngaro de lo más completa por toda su obra pictórica y sus investigaciones en torno al collage y el frottage. También la muestra se hacía eco de sus obras con papel cortado y plegado.
Destacaría dos aspectos positivos de la muestra. En primer lugar las distancias entre las obras, permitían contemplarlas cómodamente, a cierta distancia, a diferencia de la muestra de Lichtenstein donde no había tal espacio. Y en segundo lugar, el criterio de selección. Creo que las obras escogidas plasmaban muy bien todas las diferentes etapas de Hantaï, desde su época surrealista a las Tabulas pasando por un período más gestual muy interesante.
- Jeune public: Ta-Da
Propuesta interactiva destinada al público infantil, proyecto del artista Navid Nuur y centrada en la exploración de las materias fotosensibles y la luz.
Os dejo con el vídeo donde el propio artista explica su proyecto:
Es el turno de despedirse del Pompidou, bajar por sus escaleras y...
Siguiente parada: Musée du Quai Branly
Fui a este museo por recomendación de una amiga francesa, concretamente me destaco su "museografía", y aunque no estaba entre mis planes, decidí darle una oportunidad y acercarme.
El museo Quai Branly, situado en la calle del mismo nombre y cerca de la Torre Eiffel, reúne cerca de 5.500 objetos de Oceanía, Asia, África y América. Un "museo donde dialogan las culturas", así es como se autodenominan. En realidad aglutina las colecciones que se mostraban en el Museo del Hombre y el Museo Nacional de Artes de África y Oceanía, pero en 1996 Jacques Chirac decidió juntar ambas colecciones, tras escoger la ubicación del nuevo museo y en 1999 se selecciona a Jean Nouvel como arquitecto del nuevo museo.
Su acceso, a través de una gran rampa sinuosa indica claramente que no estamos ante el "típico museo" de salas XVI, VII y XXVI, sino que es un museo actual, contemporáneo, creado expresamente para ser museo, no un palacio reconvertido :-)
La verdad es que no me detuve demasiado tiempo en este museo, ya que no me atraen especialmente este tipo de colecciones, pero el tiempo que estuve percibí que había demasiadas piezas, es como si todas las colecciones se estuvieran mostrando. A favor, ví un enorme y constante interés didáctico, ubicación de espacios sensoriales, vídeos sobre algún ritual o audios, etc. Además respondía bastante bien a las normas de accesibilidad, numerosos espacios para sentarse y acceso a través de rampas.
Tenían una exposición temporal sobre el cabello, realmente bien documentada, aportando un toque de "modernidad" al museo.
Uno de los puntos más significativos de este museo es, sin duda, su propia arquitectura. Nouvel lo tuvo claro desde que presentó el proyecto y así lo demostró indicando "Es un museo edificado alrededor de una colección. Donde todo está
hecho para provocar el surgimiento de la emoción causada desde el primer
objeto; donde todo fue realizado, a la vez, para protegerlo de la luz y
para captar el rayo de sol indispensable para la vibración, para la
instalación de las espiritualidades.Es un lugar marcado por los símbolos del bosque, del río, y de las obsesiones de la muerte y el olvido. Es el asilo donde tienen lugar trabajos censurados o despreciados, concebidos recientemente en Australia o en América. Es un lugar cargado y habitado, en el que dialogan los espíritus
ancestrales de los hombres, quienes descubriendo su condición humana,
inventaban dioses y creencias. Es un lugar único y extraño. Poético y perturbador [...]".
Y hasta aquí mi primer día en París... si queréis consultar el resto de post de la sección #6diasenParis, consúltalos aquí.
10.11.2013 2. Segundo día: Musée de l'Orangerie y Palais de Tokyo
17.11.2013 3. Tercer día: Museo del Louvre
24.11.2013 4. Cuarto día: Orsay y Fundación Cartier
01.12.2013 5. Quinto día: Grand Palais y Museo Rodin
08.12.2013 6. Sexto día: Notre-Dame, Sainte-Chapelle y Panteón
1 comentario :
Muchas gracias por mostrarnos el Pompidou al detalle, es uno de mis museos favoritos. Allí se encuentran varias de mis obras preferidas: las de Duchamp, por ejemplo, y especialmente la que nos muestras de Otto Dix, el retrato de la periodista Sylvia von Harden. Es uno de los cuadros que más me gustan, tanto es así que es la imagen de la página de facebook de mi blog sobre arte contemporáneo. ¡un saludo!
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