15 ene 2007

La catedral sumergida y la catedral bajo el mar

"La catedral sumergida" de Debussy, es una obra clave de la música impresionista, caracterizada por la evocadora atmósfera que crea de sensaciones e imágenes. Debussy fue quien desarrolló a través de la sonoridad de su obra, la posibilidad de escuchar los colores y de contemplar los sonidos, es decir, expresar en sonidos las imágenes, como en este caso la arquitectura de la catedral. Ahora bien, han pasado muchos años, casi un siglo, pero la idea de una catedral bajo el mar fue tomada hace unos años por Miquel Barceló (Felanitx, 1957) para transformar la capilla de Sant Pere de la Catedral mallorquina. En este caso hablamos de un mural cerámico de 300 metros cuadrados compuesto por varios miles de kilos de arcilla y de esmalte que sirven para representar el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, junto con las Bodas de Caná. Para su realización Barceló se trasladó a Vietri Sul Mare (Nápoles) para trabajar junto con el ceramista Vincenzo Santoriello, en su taller realizó una capilla gemela a la mallorquina durante los años 2002 y 2003, fue allí, en esta bella localidad del sur italiano, donde se encontró el único sitio capaz de acoger un encargo de tales dimensiones. Además del mural, la intervención de Barceló se completa con cinco vitrales de doce metros de altura y con mobiliario litúrgico diseñado por el propio artista y realizado en piedra de Binissalem, compuesto por altar, ambón, silla presidencial y dos bancadas.

Para disfrutar de esta obra, se publicó hace un tiempo el libro 'La catedral bajo el mar' (Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg) que cuenta con fotografías de Agustí Torres como privilegiado fotógrafo de esta epopeya cuya visualización se espera con expectación en todo el mundo, pues ya ha comenzado la cuenta atrás, el día 2 de febrero de 2007 los Reyes de España retirarán la tela que la cubre y la obra de Barceló saldrá a la luz. Es tal la expectación, que el Obispado instalará en breve pantallas de televisión en la Seu para que los ciudadanos sigan la presentación de la capilla que será bendecida ese mismo día por el Obispo y Don Juan Carlos.
Sin duda, la obra se puede valorar o no, pero sobre todo se debe tener en cuenta que el trabajo ha sido enorme, cada textura, cada detalle, cada marca en la arcilla ha sido algo muy estudiado y trabajado, y sobre todo se debe mantener una idea en la cabeza, el arte debe mantenerse vivo, solo o fusionándose con formas quizá mas arcaicas, tradicionales, pero al fin y al cabo, lo que importa es el resultado.


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