Hasta el 27 de septiembre el DA2 (Salamanca) acoge dos espectaculares exposiciones. Por un lado Arrested Development de Marc Bijl, de la que os hablaré hoy y por otro El secreto de la felicidad del colectivo Un mundo feliz sobre quien escribiré mañana.
Comencemos por Bijl (Holanda, 1970) y su crítico discurso neopunk, la pieza que nos da la bienvenida a la exposición es La rivoluzione siamo noi (La revolución somos nosotros) (2002) una escultura de Lara Croft en poliéster, de tamaño natural que avanza hacia nosotros cigarrillo en boca y pistolas en mano, eso sí, completamente bañada en petróleo. Detrás aparece escrito el título de la obra La rivoluzione siamo noi a modo de graffiti. Esta frase de Joseph Beuys, aparecía bajo una fotografía donde el propio Beuys avanzaba hacia el espectador en actitud mesiánica como metáfora del artista que quiere cambiar el mundo. Pero aquí...¿cual es la revolución? ¿la de Lara?, ¿la del artista? o ¿la nuestra?


El tema de la (no) identidad es recurrente en esta exposición, como se observa en The Union, European Culture Flag (2004) donde juega con la bandera de la Unión Europea para transformar las doce estrellas en doce logotipos de corporaciones y símbolos de ideologías radicales y religiosas, entre ellos, aparecen el símbolo del euro, el logo de Mercedes, la estrella de David, la media luna del Islam, la esvástica, la cruz cristiana, etc.
Una de las instalaciones más sugerentes es Group mechanism (2006) compuesta de 10 maniquís con idénticas chaquetas de cuero, cada una tiene una letra pegada a la espalda en tipografía gótica formando la palabra 'Individual'. Todo un guiño a la famosa 'chupa de cuero' que lleva al espectador a repensar la 'identidad' juvenil ¿el individuo en un grupo? ¿o el grupo de individuos?
En Arrested Development también se muestran diversas fotografías como Terror/Resist, dos imágenes de 2002 que muestran la contribución de Bijl con las exposiciones Documenta XI y Manifesta 4. En la primera, ilegal, escribió la palabra TERROR sobre las columnas del pórtico del Museum Fridericianum de Kassel, palabra que duró apenas tres horas escrita. En la segunda, legal, escribió RESIST en el Portikus de Frankfurt.Como recoge el folleto de la exposición: Los trabajos de Marc Bijl tienen la capacidad de poner al descubierto el modo en que la violencia -sea esta de orden político o estructural- se ha instalado en nuestras vidas hasta convertirse en un objeto de consumo al que no es ajeno el propio sistema del arte; por lo que el único combate posible para un artista como él sólo es posible: ''desde dentro".
Y a la violencia también nos remite su Universal Warrior (2005) una figura femenina en acción, con el equipo completo para el combate al que se le suman unos tacones de aguja y un hijab islámico, una mujer que mezcla la disponibilidad sexual con la disponibilidad al combate.
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