4 dic 2012

"El molino y la cruz", la nueva película sobre Bruegel

No suelo hablar mucho de cine en el blog, pero cuando me ha llegado la información de "El Molino y la Cruz" no he podido resistirme a compartirla.

"El molino y la cruz" del director polaco Lech Majewski es una película que se estrenará el próximo 14 de diciembre en los siguientes cines españoles:
  • Cines Verdi y Cines Icaria, Barcelona
  • Multicines, Bilbao
  • Cines Verdi y Cines Golem, Madrid
  • Cines Albéniz, Málaga
  • Cines Albéniz, Girona
  • Cines Babel, Valencia
  • Cine Casablanca, Valladolid
  • Cines Avenida, Sevilla
  • Cines Cineciudad, Palma de Mallorca
  • Trueba, Donostia-San Sebastián
  • Multicines El Centro, Cádiz
Durante tres años Majewski ha estado rodando esta película, donde aparte de paciencia e imaginación, ha incorporado un uso intensivo de nuevas tecnologías y efectos 3D.


La película traslada a la gran pantalla la creación de la pintura "Camino al Calvario" de Pieter Bruegel, el viejo. Una obra donde se narra la historia de la pasión de Cristo pero situada en Flandes bajo la dura ocupación española de 1564, donde la Inquisición Española ejerció una represión sangrienta sobre la reforma protestante en los Países Bajos.


La película recrea el momento en que Bruegel pinta su cuadro, en una época de rebeldía contra el imperio. Las torturas y la represión la ejercen los hombres de casaca roja, mercenarios al servicio del Rey español que se encargan de que las mujeres sean enterradas vivas y los hombres azotados y crucificados.


En la obra del flamenco aparecen más de 500 personajes, pero en la película el director ha decidido centrarse en una docena de personajes cuyas vidas se entrelazan en un paisaje panorámico poblado por aldeanos, vendedores, soldados y jinetes de capa roja. Entre ellos se encuentra el propio Pieter Bruegel (interpretado por Rutger Hauer), su amigo y coleccionista de arte Nicholas Jonghelinck (Michael York) y la virgen María (Charlotte Rampling). Una escena que se ha convertido casi en una feria, donde cuesta reconocer el cuerpo de Cristo caído en el suelo y casi oculto, aparece como una figura sola, abandonada y olvidada. En primer plano, su madre, la Virgen María muestra el dolor por la inminente ejecución y muerte. El resto de los personajes sigue con sus quehaceres, alejados del acontecimiento que está ocurriendo en los alrededores de Amberes, la crucifixión de Jesucristo.



La película disecciona la pintura en pequeños episodios que van desde el más rutinario de los trabajos hasta el personaje que cambió el mundo para siempre y lo hace a partir de bocetos. El espectador relacionando esos dibujos da forma a la historia épica de coraje, rebeldía y sacrificio.

"Mi pintura deberá contar muchas historias y ser grande para incluir todo" afirmó Bruegel y la verdad es que Majewski consigue que los personajes cobren vida dentro del cuadro. Un cuadro donde el pintor colocó a la izquierda, una enigmática roca coronada por un molino de viento. Este no es el único misterio del cuadro que intriga desde hace tiempo a los historiadores del arte. Entre ellos, a Michael Francis Gibson, autor de un análisis de este cuadro quien además coescribió el guión de esta película con Majewski. La obra de Bruegel está llena de símbolos y metáforas, desde su molino, el molinero viene a ser un recordatorio de la esencia divina de Jesús. Su madre, María, lamenta el triunfo de la noche que borra el mensaje de las Escrituras, que refuta la predestinación y el lugar de las vidas de los hombres entre sus manos.


El método de Majewski consiste en combinar digitalmente, de tres maneras diferentes, el material rodado:
-Los actores son filmados frente a un “chroma key”, una pantalla azul o verde, en un estudio de cine, cuya imagen se integrará sobre diferentes fondos.
-Los actores y el material rodado en las localizaciones de Polonia, Republica Checa, Austria y Nueva Zelanda recuerdan a los paisajes que podemos encontrar en las obras de Bruegel.
-Imágenes de segmentos de la obra de Bruegel, pintada en 2D, sirven como telón de fondo.


En post-producción, Majewski y su editor, sobreimprimieron laboriosamente estos tres elementos. Por ejemplo, agregó a un actor filmado delante de una pantalla azul con varias capas de fondos pintados por Bruegel y localizaciones rodadas, todo reforzado por imágenes digitales de un cielo majestuoso filmado en Nueva Zelanda. Un proceso que, sin duda, le permitió al director actuar como si él mismo recreara al propio pintor concibiendo su obra.


El resultado es una película de una belleza plástica innegable, minuciosa e hipnótica, que promete al espectador una experiencia visual y conceptual tan experimental como inédita y que constituye un hipnótico examen de la obra del pintor y los tiempos en que vivió, así como una extensa contemplación del proceso creativo en sí mismo. El director permite al espectador  vivir dentro del universo estético de la pintura.


2 comentarios :

Unknown dijo...

Pilar, no me la pierdo! gracias!

Laura dijo...

Que maravilla de imágenes y que bueno el artículo con la información del trabajo del director.
Yo tampoco me la pierdo.
¡Muchas gracias!